Los adultos mayores, ¿siempre deprimidos?

Los adultos mayores, ¿siempre deprimidos?

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¿Es frecuente la depresión en el anciano? Cuando se habla de depresión hay que tener en cuenta que se habla de un trastorno de primer orden dentro de las enfermedades que aquejan preferentemente a las personas mayores.

Los adultos mayores, ¿siempre deprimidos? ¿Cómo podemos evitarlo?

Cuando esto sucede hay que prestar una atención especial al problema así como acudir a expertos en caso de necesitar un tratamiento que mejore la calidad de vida de quienes padecen este trastorno.

Los síntomas de depresión en el anciano pueden manifestarse tanto con síntomas psíquicos como corporales. Entre los primeros, se encuentran los afectivos que se manifiestan con alteración del humor con ánimo depresivo, tristeza vital o pérdida de interés por las cosas.

En la depresión existen también síntomas corporales o somáticos siendo los más frecuentes las alteraciones del sueño, pérdida de peso y falta de energía.

Cómo animar a un anciano

En la vejez, debido a una serie de factores, como el deterioro funcional físico y pérdida de autonomía, la presencia de enfermedades crónicas, las pérdidas de seres queridos, entre otros, contribuye a un cambio en la forma de ser y estar del mayor.

Pese a ello, hay que aclarar que el envejecimiento no es sinónimo de depresión. No hay que confundir el envejecimiento natural, ya que no todos los ancianos están deprimidos sino que hay cambios normales en cada periodo de edad.

Que nuestros mayores envejezcan bien, puede ser una oportunidad perfecta para agradecer todo lo que ellos hicieron años antes. Si podemos ayudarles sabiendo cómo hacerlo y con una actitud positiva, este proceso será más llevadero para ambas partes.

Desde Montesalud centro de mayores recomendamos a todos aquellos familiares que estén más desorientados, acudir a un psicólogo para poder recibir apoyo y consejos de cómo ayudar a una persona mayor. Es imprescindible estar a su lado actuando con normalidad, ya que, por experiencia, una muestra de cariño y unas palabras de amor son la mejor medicina.

Del mismo modo, si ellos cuentan con el apoyo y la ayuda de otra persona que, por ejemplo, vigile las horas a las que tomarse la medicación, salir a dar una vuelta, visitar gente, ocuparse de alguna tarea, etc. es vital para recordarle que se le quiere.

Actividades motivacionales

La motivación es uno de los aspectos más importantes que fomentar para que los mayores recuperen la vitalidad y mantengan el interés por las metas de la vida. Por ejemplo, es interesante mantener las aficiones así como mantenerse activo con alguna actividad física.

Bien para romper con las barreras físicas y también las psicológicas. La salud y el bienestar deben ser una prioridad para animar a un anciano. Otra de las claves para motivar es hacer a la persona mayor el elemento principal de la actividad.

Por tanto, es importante que cada retos esté personalizados y que sea participativo con actividades que diviertan, que se puedan realizar y en la que se disponga de cierta autonomía.

Otras alternativas de actividades a realizar puede estar enfocadas a compartir tiempo con la familia o personas del entorno conocido. Por ello, la experiencia personal de cada persona es importante a la hora de compartir recuerdos y sueños para favorecer el aspecto psicológico.

En resumen, desde Montesalud, queremos desterrar el falso mito de que todos los ancianos tienen depresión. Se trata de conocer lo que ocurre en esta etapa de la vida para ayudar a que los mayores puedan animarse y mantener un espíritu positivo.

Esto puede lograrse con la ayuda de los familiares y algunas actividades que ayudan a  motivar a los mayores y fomentar el envejecimiento activo y saludable:

Mantener o recuperar aficiones: una actividad o un hobbie ya olvidado y adaptado a cada situación personal.

Desarrollar actividades educativas para ayudar y mantener el desarrollo mental.

Practicar actividad física: teniendo en cuenta la salud física, toda actividad ayuda a mejorar el estado de bienestar.

Compartir tiempo con familiares y fomentar las relaciones sociales.

Abandonar hábitos no saludables, como el tabaco y fomentar la alimentación saludable sin dejar de lado caprichos gastronómicos.

Apuntarse a todo tipo de actividades sociales y culturales que interesen.

Realizar tareas artísticas que ayuden a mejorar la creatividad y estimular la imaginación.

Favorecer la expresividad a través de la lectura y escritura.

Organizar charlas de interés temático, para favorecer las relaciones y compartir impresiones.

Uno de los principales factores importantes a la hora de prevenir el estado depresivo en algunos mayores es que estén en un entorno agradable y a ser posible rodeado de naturaleza, como en las instalaciones de Montesalud.

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