“El yoga equilibra, armoniza, purifica y fortalece tanto el cuerpo como la mente y el alma del practicante. Enseña el camino hacia la salud perfecta, el perfecto control mental y la paz perfecta con uno mismo, el mundo, la naturaleza y Dios”. Swami Vishnu-devananda. Yoga y meditación para la tercera edad para conseguir aumento de bienestar en general.
Muchas personas comienzan a practicar yoga para combatir este estrés, otras para mantener su cuerpo flexible o aliviar alguna dolencia, otras experimentan cambios en su forma de enfocar la vida al vislumbran la paz interior de su propia naturaleza.
Yoga y meditación para la tercera edad, el complemento ideal para conseguir bienestar
A medida que pasan los años se hace más importante contar con un envejecimiento saludable. Este, se define como “el proceso de optimizar las oportunidades de salud física, mental y social que permitan a las personas mayores participar activamente en la sociedad sin padecer discriminación y disfrutar de una calidad de vida buena e independiente”.
Las personas que se implican activamente en la vida y tienen relaciones sociales son más felices, tienen mejor estado de salud mental y físico. En este caso, tanto el yoga como la meditación, ofrece un espacio de relación y ayuda a nuestros mayores en su sensación de soledad al sentirse parte de un grupo.
A pesar de que cada organismo envejece por cuenta propia y con velocidad y ritmos distintos a otros, se debe procurar, sobre todo, a partir de la jubilación, ayudar al cuerpo a envejecer armónicamente y darle la atención que merece, así responderá mejor a todo el proceso de envejecimiento.
Creemos firmemente que el yoga, junto con la meditación, la respiración y la relajación, ayudan a las personas mayores a mejorar la calidad de vida. Aparte de esta cualidad, practicar estas técnicas conlleva múltiples beneficios, entre los que destacan estos 5:
Flexibilidad y tonicidad muscular
con la práctica habitual del yoga se aumenta el nivel de flexibilidad de las articulaciones y fomenta el fortalecimiento de los huesos. El aumento de flexibilidad produce en el organismo el incremento en el radio de acción de movimientos y ayuda a prevenir lesiones.
Disminución de dolores crónicos
con la práctica de las posturas se mejora la lubricación de las articulaciones y se fortalece la masa ósea, reduciendo el dolor. Aparte, la meditación es un gran aliado para sobrellevar mejor la aflicción.
Hipertensión
las personas que sufren hipertensión reducen la presión arterial sistólica realizando varias sesiones de yoga a la semana. Los investigadores opinan que la respiración lenta y controlada del yoga disminuye la actividad del sistema nervioso, lo que ayuda a controlar los niveles de presión arterial.
Sueño
cuando el insomnio se vuelve crónico, afecta a la salud física y mental y el organismo se vuelve más rígido. Sin embargo, gracias al yoga, se disminuye la tensión muscular y se consigue la relajación del cuerpo. Con la práctica de la meditación se promueve una respiración más pausada y al incrementar los niveles de dióxido de carbono se provoca una sedación natural que favorece conciliar mejor el descanso.
Aumento del sistema inmune
el envejecimiento supone una serie de cambios en el sistema inmune, conocido como inmunos enescencias (disminución de la respuesta inmune). Existen numerosos estudios que demuestran que el yoga mejora la función inmune, un programa de yoga integral, comparándolo con otras actividades físicas, produce más cambios internos a nivel genético.
El yoga proporciona una conexión entre el cuerpo y la mente, y como consecuencia estas transforman las conexiones mentales.