La iatrogenia en el anciano abarca como concepto cualquier efecto negativo o perjudicial derivado de una intervención médica.
Síndromes geriátricos: iatrogenia en el anciano
La iatrogenia en el anciano es frecuente principalmente por los siguientes motivos:
- Los ancianos son los principales consumidores de fármacos. Con la edad aumenta la presencia de diversas enfermedades y muchas de ellas de evolución crónica, esto va a provocar que los ancianos consuman varios medicamentos durante bastante tiempo. Algunos estudios hablan de hasta un 90% de ancianos que consumen fármacos, hablamos de una pluripatología.
- En segundo lugar, están los cambios producidos con el envejecimiento en el organismo, que van a provocar que los ancianos tengan una serie de modificaciones en el procedimiento y efectos de los fármacos. Otro factor a tener en cuenta es que la información disponible respecto al uso de los fármacos en esta edad es limitada y debe ser extrapolada de estudios y ensayos clínicos realizados en población más joven.
Con el envejecimiento se producen una serie de cambios en el organismo que influyen a la hora del procesamiento, metabolismo, eliminación o sensibilidad al efecto de numerosos fármacos, lo que hace a los ancianos enfermos especiales en este sentido.
Factores a tener en cuenta
- Determinación de niveles plasmáticos de fármacos.
- Uso de fármacos en la insuficiencia renal: hay que conocer y si tiene efecto nefrotóxico. Hay que vigilar la función renal en el anciano.
- Uso de fármacos en la insuficiencia hepática: en los ancianos se reduce el metabolismo hepático.
- Interacciones medicamentosas.
Principios Generales para la prescripción de fármacos e intentar prevenir la Iatrogenia
- Historia clínica y exploración sistemática exhaustiva y continuada durante todo el tiempo de ingreso del residente.
- Pautar el menor número de fármacos posibles y con un claro objetivo terapéutico, así aumentaremos la supervivencia y sobre todo mejorar la calidad de vida.
- Utilizar una pauta simplificada, evitando la duplicidad. Explicar con detalle al personal de enfermería su correcta administración.
- Comenzar con dosis inferiores a las habituales para adultos e incrementarla de forma progresiva y lenta.
- Revalorar periódicamente el tratamiento completo, manteniendo cada fármaco el mínimo tiempo posible y suspendiendo fármacos innecesarios o ineficaces.
- Conocer en detalle los posibles efectos adversos e interacciones medicamentosas.
- Evitar el uso simultáneo de fármacos de efecto y toxicidad similar.
- Utilizar tratamientos no farmacológicos de apoyo: fisioterapia respiratoria y movilización precoz, vendajes compresivos etc.
- Confirmar el buen cumplimiento terapéutico y valorar posibles dificultades.