La hidratación del anciano en verano es esencial en el cuidado de nuestros mayores, sobre todo en la época estival que es cuando se alcanzan altas temperaturas y éstas les afectan de una forma muy especial.
La hidratación de las personas mayores en verano
Cabe destacar en la correcta alimentación del anciano, la hidratación que es la cantidad recomendada de líquidos que se han de tomar y que se sitúa en unos 2 litros diarios.
El consumo del agua, en el caso de los mayores es imprescindible para evitar dicha hidratación, en el verano la continua pérdida de líquidos debido a las altas temperaturas, hacen que las personas mayores se deshidraten, si el agua no les gusta mucho se puede suplir con zumos y caldos.
Los mayores al igual que el resto de las personas deben apostar por una dieta rica en ensaladas, frutas y verduras, ya que tienen cualidades diuréticas, vitaminas y minerales, obligarse a beber líquidos incluso antes de sentir sed, ya que cuando ésta se siente es que ya están deshidratados.
El agua base de la hidratación del anciano
En la hidratación del anciano por supuesto el agua juega un papel fundamental, para ellos el beber agua debe ser una obligación, la sensación de sed desaparece con la edad por eso la necesidad de la ingesta de líquidos en el anciano.
Hay que tener especial atención las personas que padecen deterioros cognitivos o que toman fármacos antidepresivos o diuréticos para controlar la hipertensión, ya que estos fármacos alteran el centro de regulación de la sed.
Ofrecer agua cada 2 horas al anciano es una buena solución para que beban, ya que ellos no la van a pedir, a los mayores que tienen dificultades para tragar por demencias o trombosis, las gelatinas de diferentes sabores constituyen una buena solución. Ofrecer verduras y frutas ricas en líquidos como pueden ser el melón o la sandia es un buen aporte de ingesta de líquido, sobre todo en verano.
Un estudio realizado por la Sociedad Española de Nutrición reconoce que ” una persona puede vivir meses sin ingerir alimentos, dependiendo de sus reservas corporales, pero sin el aporte de agua el periodo de supervivencia es tan sólo de unos días”.
Esta misma asociación recuerda que el agua es considerada por si misma como un verdadero nutriente para las personas mayores, ya que no hay otra sustancia tan involucrada en funciones tan diversas, sirve como transportador de nutrientes y vehículo para excretar productos de desecho, lubrica los tejidos y las articulaciones y sirve como un importante mecanismo de termorregulación. En definitiva sin agua la vida no sería posible.