La soledad en la tercera edad es uno de los grandes factores negativos que contribuyen al no bienestar de nuestros mayores.
No sólo se debe cuidar el factor físico, sino que el emocional es tan importante o más que el anterior ya que implica el ser más feliz o no, dependiendo si se sienten más tristes o están más solos y esa amargura que acompaña a muchos de nuestros mayores se ve reflejada en sus actitudes diarias.
La sociedad actual ha dado un gran giro por el bienestar y hemos alcanzado muchos objetivos positivos, pero realmente debemos preguntarnos si hemos entrado en una crisis de » valores » y estamos dejando de lado a nuestros mayores negándoles el protagonismo que se merecen.
Emocionalmente que necesitan los mayores
Nuestros mayores por el simplemente hecho de serlo se vuelven más introvertidos, como que no pertenecen ya al gran grupo de personas «útiles», ya no toman decisiones, están relegados a un segundo plano, por eso necesitan emocionalmente estima y reconocimiento, que la sociedad los reconozca como personas que aún pueden aportar muchas cosas, experiencias de su paso por la vida y así sientan que en su entorno más cercano está con ellos.
Rodearse de gente más joven hace seguramente que se sientan más vivas y esto hará que sean más receptivas, que participen y estén más alegres.
Sí es verdad que cuando te haces mayor, uno se siente más solo, bien porque no tiene familia, o sus familiares no están interesados en ellos.
La soledad también puede venir porque al hacernos mayores, las enfermedades aparecen solas, solo por el simplemente de ser mayor , esto hace que se sientan inseguros, que empiecen a tener que depender de otras personas y no puedan desenvolverse por ellos mismos.
Es muy importante y positivo para nuestros mayores, tenerlos atendidos, hacer que se sientan útiles y de esta manera podremos conseguir una tercera edad más activa , más participativa y al fin y al cabo contrarrestar esa soledad que nos invade al hacernos mayores.