El Alzheimer es una enfermedad cerebral que se caracteriza por una paulatina pérdida de memoria, problemas en la forma de pensar, de carácter o en la manera de comportarse.
Se trata de la forma más común de la demencia, y resulta tan severa que interfiere con la vida cotidiana de la persona que la padece.
No solo es propia del envejecimiento, aunque en la mayoría de los casos son las personas más mayores las que sufren este deterioro cognitivo. El Alzheimer representa entre un 60% y 80% de los casos de la demencia.
¿Cómo afecta el Alzheimer a la Actividad Física?
Esta enfermedad afecta también negativamente a la salud física, ya que provoca más dificultades para comer y seguir una dieta saludable.
Uno de los primeros signos de este problema de salud es la pérdida de peso. Familiares y cuidadores deben estar atentos a este hecho y seguir unas pautas alimenticias que ayuden a la persona que tiene Alzheimer.
Como residencia especializada en los más mayores, en Montesalud disponemos de un equipo de profesionales formados para atender este tipo de enfermos y ayudarles a que el deterioro cerebral no sea también físico.
¿Cómo Intentamos retrasar el deterioro físico en Montesalud?
Lo primero de todo es ver qué ocurre, qué problemas se tiene con la comida para encontrar la solución más apropiada.
Se trata de prestar atención al paciente a la hora de las comidas con el fin de conocer qué alimentos le gustan más, si hay algún ruido que le moleste o si se distrae demasiado con algún estímulo que se encuentre en la estancia.
Esto está directamente relacionado con la vista, ya que esta enfermedad crea confusión y dificulta la hora de las comidas.
Otra manera de ayudar es proporcionar a estas personas un menú rico en frutas, verduras, proteínas de calidad, legumbres y cereales integrales, que son la base para llevar una alimentación saludable.
El modo de preparar la comida es esencial para que una persona con Alzheimer pueda conservar su autonomía el mayor tiempo posible. Así por ejemplo, se recomienda elaborar comidas que se puedan ingerir con las manos, alimentos que se puedan cortar en trozos como sándwiches, queso, frutas, empanadas, etc.
Por el contrario, para evitar problemas al masticar, así como ahogamientos o atragantamientos, hay que evitar alimentos con espinas, huesos pequeños, filamentos, semillas o frutos secos.
En etapas más avanzadas los triturados y purés facilitarán que la persona con Alzheimer pueda comer sin tener que masticar.
Hay que tener en cuenta la temperatura de los alimentos, ya que un enfermo no siempre nota si la comida está demasiado fría o caliente, y además, por otro lado es preferible optar por sabores suaves y platos no demasiado condimentados como la mejor opción de alimentos para prevenir el Alzheimer.
En cuanto a qué tipo de comidas son más adecuadas en la prevención de esta enfermedad, por ejemplo, los cítricos, como el café o el té verde son ricos en antioxidantes y estimulan la actividad cerebral e impiden la acumulación de sustancias dañinas en el cerebro.
Otros alimentos que ayudan son el chocolate, el aceite de coco, las frutas y verduras de color oscuro, y en algunos casos el vino tinto.