Se habla de personas dependientes, pero ¿ cuál es la mejor definición sobre la dependencia? El Consejo de Europa la describe como un estado en el que se encuentran las personas que «por razones ligadas a la falta o la pérdida de capacidad física, psíquica o intelectual tienen necesidad de asistencia o ayudas para realizar las actividades de la vida diaria».
Una persona se puede considerar socialmente dependiente cuando requiere la ayuda de otra persona para realizar actos vitales.
El listado de actividades para la clasificación del grado de dependencia se basa en cuestionarios que miden la necesidad de ayuda de una o más personas en las actividades básicas de la vida diaria (comer, lavarse, andar, asearse) e instrumentales (tareas domésticas, utilizar transporte, tomar la medicación, administrar dinero, salir a la calle, etc).
De acuerdo a las actividades de la vida diaria la dependencia se clasifica en:
1. Dependencia leve: necesita ayuda en menos de cinco actividades instrumentales.
2. Dependencia moderada: necesita ayuda en una o dos actividades básicas o más de cinco actividades instrumentales.
3. Dependencia grave: necesita ayuda en tres o más actividades de la vida diaria.
En el caso de los mayores las causas de la dependencia de una persona mayor son múltiples y varían de forma notable según los casos. Puede obedecer a múltiples causas y, de hecho, casi siempre viene condicionada por más de una. Entre los factores que pueden determinar la dependencia de una persona mayor se diferencian los siguientes factores:
Físicos: enfermedades y problemas de movilidad
El deterioro de algunos sistemas biológicos del organismo provoca una disminución de la fuerza física y de la movilidad que suele ir asociada al deterioro de la capacidad de la persona para realizar las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria.
Además, el padecimiento de enfermedades crónicas como la artritis, la artrosis o la osteoporosis contribuyen de forma notable a la discapacidad. El consumo de fármacos suele implicar efectos secundarios como confusión, deterioro cognitivo, efectos sedantes o hipotensión ortostática.
Psicológicos: trastornos cognitivos
El padecimiento de demencias como el Alzheimer o tras sufrir un accidente cerebrovascular son los problemas que afectan de forma más severa a la dependencia de los mayores porque limitan su actividad intelectual y su capacidad de recuerdo, comunicación y realización de acciones cotidianas.
De igual manera, la depresión contribuye a la dependencia en la edad avanzada debido al aislamiento social, las quejas sobre uno mismo y el aumento del declive cognitivo y funcional, factores todos ellos que potencian la dependencia.
Contextuales: entorno social
El ambiente físico de la persona así como las actitudes y comportamientos de las personas cercanas a los mayores dependientes pueden actuar a favor o en contra de su autonomía.
Es importante que los familiares y las personas que conviven habitualmente con la persona mayor dependiente promuevan la mayor autonomía posible en cada momento de su vida. es decir, se trata de incentivar a la persona mayor a que haga todo lo que está a su alcance para evitar que el grado de dependencia aumente.