“En todas las residencias se trata mal a los ancianos”, “Cuando se entra en un centro de mayores ya no se sale”, “Todas las personas ingresan a la fuerza” o “Hay que tener poder adquisitivo alto para poder acceder”.
Estas frases son de los tópicos más habituales cuando se habla de las residencias de mayores. Por ello, desde Montesalud queremos desmitificar todas las ideas mal concebidas sobre este tipo de centros.
El envejecimiento es una etapa de la vida por la que todas las personas pasamos y por ello conviene conocer este proceso de la vida para llevarlo de la mejor manera posible. Aunque, la vejez se relaciona con cuestiones negativas como enfermedades y soledad, lo cierto es que puede llevar una vida activa y feliz.
Sin embargo, las informaciones en los medios de comunicación sobre residencias de ancianos no suelen ser positivas, sino que giran en torno a casos escabroso con maltratos o malnutrición. Estos casos aislados no muestran la verdadera realidad de estos centros.
falsos mitos sobre residencias de mayores
Entre todas estas leyendas urbanas que circulan en torno al mundo de las residencias de ancianos el primer mito falso, es que en todas las residencias se trata mal a los ancianos. Desde Montesalud animamos a acudir a nuestro centro y ver la realidad de primera mano porque no hay nada que ocultar.
El segundo tópico es que son muy caras y no están al alcance de todo el mundo. Como cada servicio, hay de todo. No es lo mismo una residencia en una pueblo o pequeña ciudad que una grande, aparte existe una ayuda complementaria con ayudas sociales.
El tercer mito es que las personas ingresan a la fuerza y que están allí de forma obligatoria. Hay que aclarar que las residencias no son una cárcel y, salvo algún casos en los que el residente tenga su sistema neurológico afectado, cada persona puede tomar sus propias decisiones como acudir a una residencia por propia voluntad y elegir quedarse.
Por último, otro mito extendido es que los ancianos no pueden moverse con libertad. Salvo las personas que por problemas físicos no puedan, el resto anda a su aire. Además, podemos asegurar que las personas pueden ser felices en estos centros. Es más, algunas personas encuentran estos centros como su hogar.
Estereotipos sobre el envejecimiento
Evidentemente, existen estereotipos sobre el envejecimiento, que no tienen que ver con la realidad. Ideas negativas sobre la vejez, pero hay datos que desmitifican ideas populares. Por ejemplo, las personas de la tercera edad tienen la misma capacidad de aprendizaje que una persona joven, la cuestión es la motivación.
Existen investigaciones que las personas cuando más felices son cuando rondan los 20 o 90 años. Por último, no es cierto que la depresión se sufra, en mayor medida, durante la vejez. La situación emocional de un anciano, dependerá del apoyo que reciba por parte de sus seres queridos.