El sueño pasa por diferentes etapas de la vida y es fundamental mantener unos buenos hábitos en cada una de ellas, respondiendo a lo que se conoce como higiene del sueño.
Tener problemas de sueño, en la edad adulta, puede ocasionar problemas de salud y afectar a su calidad de vida en mayor proporción que en otra franja de edad.
Es un hecho que los trastornos del sueño son más frecuentes en la vejez, en especial el insomnio, y dormir es una necesidad fundamental a la que hay que dar cantidad (horas) y calidad. Dormir bien es clave en la salud de las personas mayores para afrontar la jornada descansados y con energía. Por eso, es necesario equilibrar el sueño, porque también tiene consecuencias negativas pasarse y dormir demasiado.
¿Cuántas horas de sueño, son recomendables?
El promedio de horas recomendado está entre 7 y 9 horas. Dormir en exceso no tiene riesgos pero sí puede provocar somnolencia diurna, desorientación, y en casos extremos, depresiones, demencias y otras enfermedades.
Esta no suele ser la tónica general entre los más mayores, pero sí lo es contar con trastornos del sueño. El insomnio, producido en ocasiones por el sedentarismo, provoca desvelos, dificultad para conciliar el sueño y mala calidad.
Todo ello puede provocar en la jornada fatiga crónica, problemas de concentración, disminución del rendimiento cognitivo, irritabilidad, cambios de humor repentinos, tensión muscular, migrañas y dolores de cabeza, así como disminución de la capacidad de reflejos, coordinación y equilibrio.