Las ayudas técnicas para personas mayores son dispositivos que facilitan la realización de tareas que una persona por si sola no puede hacer cuando tiene alguna deficiencia de movilidad.
Las ayudas técnicas más habituales son las indicadas para la movilidad de la persona y son las ideales para permitir la deambulación y las más utilizadas son: la silla de ruedas, el andador, el bastón y las muletas. Éstas siempre serán prescritas por un facultativo en el momento adecuado ya que la persona ha de reunir unas condiciones mínimas para poder usarlas.
Bastones y Muletas
Los bastones y las muletas sirven para facilitar la marcha y aumentar la estabilidad y así reducir la carga en las extremidades.
Son las ayudas más sencillas para la ayuda de la deambulación por eso también son los más olvidados en la atención temprana de personas que precisan este tipo de ayuda, de hecho hay muchas personas que los descartan porque se ven como signo de debilidad.
Las muletas están indicadas para traumatismos en los antebrazos y codos con rigidez, en muñecas dolorosas o traumatizadas, en parálisis del tríceps braquial o de manos, sin embargo están contraindicadas en lesiones en los hombros por la tensión que causan en su estructura.
Andadores:
La ayuda técnica del andador en la tercera edad ayuda a caminar, manipulados por los brazos, existen de 2 tipos, los que tienen ruedas para facilitar el desplazamiento y los que no las tienen, en ambos casos se pueden adaptar diferentes dispositivos para el apoyo de los antebrazos o distintos tipos de empuñaduras.
La silla de ruedas:
La silla de ruedas es una ayuda técnica para personas mayores que se utiliza para los desplazamientos de las personas con menor movilidad o trastornos motores.
Podemos concluir diciendo que las ayudas técnicas son una buena solución para las personas que por alguna razón no pueden por si solas realizar las actividades básicas de la vida diaria. O personas dependientes.
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