Envejecer ha perdido las connotaciones negativas de deterioro que antes poseía para dar paso a un concepto de envejecimiento mucho más amplio, optimista y positivo gracias a los avances de la sociedad.
La OMS define el envejecimiento activo como el proceso de optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad, con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen.
El aumento de la esperanza de vida con una mayor calidad de vida, muy considerable, conlleva ciertas propuestas que ahora ensalzan el papel de las personas mayores en la sociedad; por fin se le otorga el valor que merece.
La crisis económica tuvo que ver en ello, cuando este sector de la población sacó adelante a los más jóvenes. Desde antes, ya se conocía el envejecimiento activo, y existen múltiples programas para afrontar esta nueva etapa de la vida en la que tienes que disfrutar.
En qué consiste el envejecimiento activo
Se trata de comenzar una etapa en la que favorecer el desarrollo de hábitos de vida saludable de manera física, mental y social. Entra en juego fomentar la autoestima, la participación en la sociedad, esa utilidad que pueden aportar con su experiencia y su sabiduría.
La misma palabra implica actividad, a nivel físico y a nivel mental y social, y por eso hay un sinfín de ocupaciones que van a beneficiar a las personas que, como tú, empezáis una de las mejores fases de la vida, de mayor disfrute y menores preocupaciones. Sin duda, la actitud es fundamental, y repercutirá incluso en la salud.
Propuestas para un envejecimiento activo
La variedad de iniciativas es muy amplia, y puedes orientarte según las posibilidades de tu lugar de residencia, tus gustos o lo que mejor te haga sentir. Algunas sugerencias son:
Acciones de voluntariado:
Muchas personas, tras jubilarse, deciden contribuir a la sociedad mediante el voluntariado. Existen asociaciones o instituciones que facilitan esta labor que tienen doble beneficio, tanto para ti como para tu comunidad.
Esfuerzo, entrega y motivación por conseguir un objetivo que además implica a más personas lograrán en ti esa sensación de satisfacción en tu autoestima y en tu salud.
Formación:
Ahora es momento de iniciar lo que siempre habías dejado a un lado por falta de tiempo. Estudiar lo que un día no pudiste u ocupar tu tiempo adquiriendo conocimientos sobre temas de tu interés, mantendrán tu mente activa.
Además, impondrán una rutina, un desplazamiento si tienes que acudir a algún lugar para esa formación, y aumentarán esas relaciones sociales si acudes en grupo.
Los beneficios son múltiples y son muchas las maneras: autodidacta, a través de la universidad para adultos, aulas de mayores, etc. En el ayuntamiento de tu propia ciudad podrán facilitarte información sobre cursos.
Actividad física o deporte:
Nunca es tarde para adquirir el hábito del deporte. No tiene por qué ser un deporte explosivo o que genere excesivo cansancio. Lo importante es moverse, porque los beneficios son incalculables. Autosatisfacción personal, motivación y superación son algunas de las cosas que experimentará tu cerebro, sin contar con la agilidad que puedas ganar.
Las actividades en grupo te aportarán ampliar tu círculo de amistades, diversión y salud. Algunos deportes seguros y con un nivel de exigencia medio son el senderismo o el aquagym, que con una práctica de media hora dos o tres veces a la semana, conseguirá grandes resultados.
En Montesalud Centro de Mayores en las Rozas tenemos en cuenta el envejecimiento activo como una de nuestras máximas. Acudir a un centro de mayores y residir en él no conlleva apartarse de ello; al contrario, significa acercarse a todas las posibilidades que ofrece.
Este es nuestro objetivo, que deriva en que nuestros usuarios gocen de plena autonomía, mejoren su nivel de energía, de formación, y disfruten en plenas facultades de esta maravillosa etapa que les brinda la vida.