Las fracturas de cadera son uno de los problemas musculoesqueléticos más comunes en personas de edad avanzada, sobre todo a partir de los 80 años en las mujeres.
¿Cuáles son los síntomas principales de las fracturas de cadera?
Sus síntomas principales son dolor en la zona de la ingle o de la cadera y en el movimiento de la articulación o al apoyar el peso en la extremidad inferior. La mayoría de las fracturas de cadera se tratan quirúrgicamente mediante prótesis de cadera.
¿Cuál es el orígen de la fractura de cadera?
El origen de la fractura de cadera es multifactorial. La primera de ellas es el deterioro de la fuerza muscular por la edad, que incrementa las probabilidades de padecer caídas.
Es más, se calcula que el 60% de las fracturas se debe a caídas en el hogar, siendo las causas más comunes de estos accidentes domésticos. También se producen fallos en los reflejos protectores de la caída y existe debilidad ósea por osteoporosis.
En general, cuando se habla de fracturas de cadera hace referencia al tercio proximal del fémur, representando un grave problema para el mayor.
Anatómicamente, la posibilidad de fractura es mayor cuanto más alto y delgado es el paciente, ya que las almohadillas pélvicas pueden disminuir la incidencia la aparición de fracturas de cadera hasta en un 50%.
¿Qué problemas tiene una persona mayor si se fractura la cadera?
Los pacientes con edad avanzada suelen presentar una serie de enfermedades que condicionarán la actitud terapéutica. Esta patología intercurrente, resuelve la pregunta de por qué la fractura es tan difícil de sanar. Generalmente, además de la fractura hay un promedio de dos enfermedades generales asociadas (cardiorrespiratorias, urinarias, metabólicas, etc).
Además se suman problemas esqueléticos como es la osteoporosis, es decir el descenso de la masa ósea y un incremento de la susceptibilidad a las fracturas.
Existe un osteoporosis involucional que puede ser provocada por déficit estrogénico o bien senil y otra secundaria debida a insuficiencia renal, alteraciones endocrinas, mala absorción, etc.
Esta enfermedad afecta a los huesos de la cadera. Suele ocasionar un adelgazamiento progresivo del hueso, se va compacto, adquiriendo una textura esponjosa, la médula ósea se va ensanchando y aparece una atrofia trabecular selectiva.
A consecuencia de la osteoporosis aumentan las fracturas ya que la resistencia del hueso disminuye. Por ello, suele ser habitual que la fractura se produzca como causa y del traumatismo o caída. Es decir, el anciano se rompe la cadera y luego se cae como consecuencia de la rotura.
Métodos para recuperar una fractura de Cadera
La cirugía de cadera es el último recurso, en otras ocasiones aliviar el dolor de cadera pasa por varios métodos terapéuticos. Se han realizado numerosos avances, que han dado paso a técnicas quirúrgicas menos invasivas.
Estas intervenciones causan menos dolor después de la intervención y suponen una recuperación más rápida y una estancia hospitalaria más breve. Hablamos de:
Artroscopia:
Técnica utilizada para visualizar, diagnosticar y tratar problemas en el interior de la articulación a través de la introducción de una cámara en la cadera.
Osteotomía:
reestructuración de los huesos para trasladar las cargas del tejido dañado al sano. Los huesos se cortan, reestructuran o extirpan parcialmente para realinear las superficies de carga de la articulación.
Fijación interna:
en este tipo de intervención, los extremos óseos fracturados se alinean y se fijan en su lugar con implantes metálicos.
Artroplastia total de cadera:
supone la sustitución de las partes dañadas de la cadera por prótesis o implantes.
Después de una operación de fractura de cadera, la terapia de rehabilitación se recomienda dentro de las 24 horas posteriores a la intervención quirúrgica para restablecer la capacidad que tenía la persona para caminar antes de la fractura.
Rehabilitación de fractura de cadera
La rehabilitación de fractura de cadera deja a muchos pacientes con limitaciones funcionales a largo plazo que podrían reducirse con la rehabilitación prolongada.
Para conseguir una correcta rehabilitación de la fractura de cadera se recomiendan varios ejercicios encaminados a trabajar la musculatura periarticular mediante ejercicios isométricos para fortalecer los cuádriceps y dar estabilidad a la rodilla y el glúteo para dar estabilidad a la pelvis en la marcha. Todo ello prestando atención a los miembros superiores por la marcha con andador o muletas.
Se trata de hacer cargas progresivas donde, con la movilización activa de rodilla, tobillo y pie, se tonifica el tronco. En caso de que hubiese edema o dolor se ejercen diferentes técnicas de drenaje linfático manual y de crioterapia o termoterapia, dependiendo de cada caso.
Además, hay que tener en cuenta varias pautas de comportamiento que no son positivas como: cruzar las piernas, el sedentarismo prolongado, una mala nutrición e hidratación.
También es imprescindible un buen tratamiento en el hogar que consista en realizar ejercicios sencillos como ponerse de pie desde la posición de sentado en una silla o subir un escalón ya que muchos de los mayores ya no son capaces de realizar tareas funcionales básicas.